19.6.16

Veintidós son los arcanos








No sé qué me pasa
que no cuando escribo,
mas sí cuando pienso,
lo hago en versos alejandrinos.

Ahora más que nunca
al verme con rima libre
dibujo versos
unidos
en el aire.

Hay algo en tus ojos que me empuja
hacia no sé dónde.

Qué ilusa, yo,
que nunca utilizo manual de instrucciones
por esta caótica vida que me lleva
en la que intento, sin suerte,
poner algo de orden.

No tengo referencias para darte.
Sola estoy, aquí, de pie,
tan pálida, desastrosa y vulnerable
sin recetas o ideas fijas.

Un escalofrío sube por mi cornisa
cuando me abrazas.

¿Dios juega a los dados?
Y yo qué sé.

No sé ser tan frívola
como las de mi generación.
No sé si no soy de medias tintas
o de infinitos matices de gris.

Me da miedo que me agarren
el corazón. Nunca tendría valor
para proponer eso de: vamos a follar
hasta que nos enamoremos.
Hay demasiado en juego
y aún no sé si eres de carta blanca
o de ruleta rusa,
como yo.

Me pierdo en la estética
de este siglo y creo firmemente
en que ningún tiempo pasado fue mejor.

Este es mi momento.
Soy el enigma a resolver.

Francis Bacon decía
que si uno comienza con certezas
terminará con dudas;
mas si se acepta empezar con dudas,
llegará a terminar con certezas.

Y yo, que más que certeza
nací duda
siempre pregunté en clase de Lengua
sobre mi laguna insondable:
¿Había futuro en los condicionales?






No hay comentarios:

Publicar un comentario