20.9.15

Antiseptiembre


Cuando te marches
te llevarás al verano contigo
y sólo dejarás un puñado de hojas caídas
en el parque
que arrastraré con los pies por todas esas calles
que compartimos.

Cuando te hayas ido,
empezarán la lluvia y el frío
a salpicar el calendario con luces rojas
y las noches se harán más largas
y mis notas se harán más cortas
expuestas todas al pie de los poemas
que un día escribimos.

Cuanto ya no estés
dejarás huérfanas a tus canciones
y tendré que adoptarlas para que no mueran de pena;
un nuevo agujero se nos abrirá en el pecho
a mí
y a todos los que un día llegamos a ver
tu
sonrisa
de
soslayo,
y no pudimos evitar enamorarnos

perdidamente

de
ella.

Cuando llegue tu ausencia
tendremos que dejarte un hueco en el abrigo
para que vengas a llenarlo con palabras
recién salidas de tu boca,
con un agosto que no termine
y nuevas aventuras que vivir
en el bolsillo.

Y sí,
Septiembre cae una vez más sobre nuestros ojos
y nuestras manos
ajándolos por igual con nuevas grietas.

Sin embargo,
tú y yo tenemos suerte, amigo mío,
porque el tiempo no sabe pasar por nosotros;
por quien sabe mirar siempre con el corazón nuevo.


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