21.6.14

Libélula II


Viajar hacia el pasado es ir hacia atrás, caminar por el futuro es ir hacia atrás y el presente sólo sirve para herirte. Nunca nos lo dijeron durante las horas que duraba el colegio, ¿te acuerdas? Se dejaron tantas lecciones en el tintero. Pero yo disfrutaba mirándote a hurtadillas en las horas de clase. Ojear tus carpetas llenas de canciones, todas nuevas para mí, y tú siempre con esa sonrisa que me hacía temblar dentro, muy dentro de mí. Yo lloraba en el recreo porque me sentía muy pequeña, sin saber que llegaría un día en el que no podría dejar de crecer. Ignoraba tantas cosas entonces. Continúo sin saber otras tantas, claro, cada día me hago una pregunta como... ¿cómo se acuna una piel huérfana de besos cuando llega la noche? Pero tranquila, ya no es como otras veces, en las que sólo quería que alguien me abrazase fuerte y me hundiera las manos en el pecho. Ahora simplemente me mantengo encima del barco en precario equilibrio. Nunca nos dijeron que cuando caminas sola necesitarás el aliento que dejaste en otra parte, nadie te cuenta que vivir es, básicamente, reinventar el aire. Yo nunca quise escribir, ¿sabes? Quise ser tan egoísta como los demás. Quiero ser tan egoísta como tú y no lo consigo. Quiero jugar únicamente a perderme en las letras que escriban los otros.

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